Esta vez responderé los comentarios de las dos entradas anteriores. Pero primero que todo GRACIAS!!!! porque es primera vez que hago tres publicaciones de una misma historia, esto es porque me estáis animando con vuestros comentarios, y así no hay nadie que se resista x3
@AresSilvers Gracias amiga! la conversación que tuve contigo anoche me subió muchos los ánimos, no tenía muchas ganas de escribir, pero fue lo primero que comencé a hacer hoy recoradndo las guarrerías de anoche xD yo también quierote mucho *3*
@evilang3l Muchas gracias también por tu apoyo, de verdad, desde que nos comenzamos a seguir en twitter has sido muy atento conmigo y eso me pone contenta, siento que he ganado un amigo n_n ...Con respecto a lo del Marqués de Sade... puede ser, pero igual la historia tendrá sus tintes rosas que no voy a poder obviar. Con respecto a lo del libro, hahaha! casi me da un infarto cuando lo leí, más que nada porque en realidad sufro de modestia aguda y no creo que mis relatos sean taaan atrapantes como para merecer ser impresos y encuadernados... claroque para mi, aquello sería tan increíble como el viajar a Japón o tener un hijo, puesto que los libros son lo que más amo. Pero no, me falta muuucho para eso n_n
@Lobo_Azul a mi también me hubiera gustado no poner las advertencias, pero esto en un blog, alojado en blogger, tengo que ponerlo... aunque de todas formas estoy corriendo el riesgo de que me lo quieran eliminar, si bien pienso en el contenido principal de la historia >.< ...yo sabía que alguien iba a pensar en Cool Devices, pero no sé... esto... no es taaan guarro ni se va por el tema del placer, sino más juega con la ética humana, con la mente responsable y pudorosa. Con respecto a lo de referencia completa... entiendo a qué te refieres, pero mi estilo siempre ha sido el de explicar poco a poco la apariencia de los personajes, nunca jamás me gustó leer en un libro que explicasen a primeras el detalle de los mismos, y aunque sé que debería ser así por el tema de que el lector pueda imaginarlo todo mejor, me cuesta, va contra mis deseos (lol) pero te prometo una descripción más detallada pronto n_n
Si me preguntan en qué me he basado... pues en mis propias fantasías xD pero lo cierto es que he estado leyendo muchísimas historias del género, mi favorita es de mi diosa de las letras: Anne Rice, con sus aventuras de la Bella Durmiente (historia que tengo explicada en alguna entrada de este blog... creo que en el de descargas xD). Más ha sido en ella la inspiración, pero el impulso a imaginarme esta fantasía ha sido por las chicas de PsychoBrainYaoi, quienes escriben hermosamente maravilloso, ellas son mis princesas de las letras xD
Ahora... por lo de los dichos locales, pues... me cuesta despegarme de ellos! los iento, es que los amo, quiero hacer una obra ligera y más bien realista en cuanto a comportamiento, va a ser muy difícil ver a Nahra exclamando "¡Oh, caracoles! Arruiné el vestido que acabo de adquirir. Pobre de mi, ¡había utilizado gran parte de mi capital para tenerlo entre mis manos y lucirlo!" Pues no, Nahra va a decir "¡Mierda! Pucha que soy hueona, me había costado tan caro, ¿cómo puedo ser tan baka?"
Suena más divertido, no? hahaha! pues eso es lo que pretendo, que sea interesante, pero que no "latee" (o aburra) Como dije, cualquier duda con las frases, solo golpeen la puerta y yo os abriré (?)
Me dejo de preámbulos y me lanzo con la tercera publicación de Bon Voyage!!!!
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Séptimo Vuelo
La recámara de Kei era circular y de paredes color mostaza. Destacaba en el centro una gran cama con doseles y velo café de bordes dorados, con toques de estilo victoriano. En vez de respaldo, aquella cama tenía un gran espejo muy bien pulido en el que el joven se veía reflejado al apenas entrar en el cuarto.
Una sombra bajó de la cama rápida, silenciosa, pero delicadamente, y fue a posicionarse frente a Kei, aovillándose en el suelo.
El pelirrojo pasó por delante de la figura, casi ignorándole. Se sentó en una silla con aspecto de trono, y aplaudió una vez. Una tenue luz amarilla neón se encendió en los bordes superiores de la pared circular, dando una vuelta a todo el cuarto a su vez, como un gran cinturón.
El chico que antes se había movido hacia él al entrar, gateó ahora hasta donde se había sentado y se quedó ahí, como esperando a que su amo le ordenase ya algo.
Kei lo miró sin expresión en su rostro, acariciando aquel cuerpo varonil con una mano como si de un perro se tratase, colando su mano entre las piernas de aquel y masajeando su sexo erguido desde antes inclusive que el mismo pelirrojo le viese. Le encantaba su piel lechosa y suave al tacto, sus cabellos negros y rizados que apenas rozaban sus hombros, aquellas largas piernas de atleta... pero lo detestaba. Era un esclavo muy bueno, si bien a veces lo sorprendía llorando y lamentándose cuando le mandaban a alguna tarea, pero por lo general se comportaba tan correctamente, que sus superiores ya le habían dado la liberación.
Él ahora también era un superior, pero más que eso, su amo. Mientras el amo no esté satisfecho del todo con los resultados de su educación, el esclavo no puede marcharse, y Kei no quería dejarlo ir.
- Busca un par de toallas y prepara el baño. Mientras tanto, quiero que vayas al cuarto catorce y les lleves unas aspirinas y analgésicos a las nuevas. Llévales un jarro de agua limpia también y fruta cortada y lavada. Responde a lo que te pregunten brevemente, y vuelve hasta aquí. Quiero que me estés esperando sentado en este mismo sillón cuando termine en el baño... Philip
El chico, quien había asentido al escuchar su nombre de boca de su amo, atravesó la habitación gateando una vez más a través de la alfombra café oscuro. Atravesó el umbral de una puerta y volvió segundos después, pasando al cuarto de baño anexo al mismo dormitorio.
Kei se puso de pie y caminó hasta allí, tomando de la boca de Philip la toalla blanca, y colgándola en una percha cerca de la tina. Se agachó frente a su esclavo, le levantó la mandíbula y besó con violencia sus labios, mordiendo un poco y tirando del inferior.
Philip se dejó besar con la vista perdida en el suelo tras Kei. Al sentir que su amo lo dejaba en paz por fin, gateó un poco, abriendo los grifos del agua caliente y se levantó en sus rodillas para desvestir al pelirrojo.
Desató el cinto que mantenía la Yukata grisácea cerrada, levantando sus brazos para hacerla deslizar por sus hombros, intentando ignorar que aquel joven estaba desnudo bajo aquella prenda, y se agachó a recogerla del suelo con la boca para dejarla sobre una mesita baja a su lado.
Se volteó, rebuscando en una repisa empotrada en una pared unas sales de baño, y las vertió en el agua que casi llenaba la tina, quedando esta de color azulino con aquellos cristales que se disolvían poco a poco. Hizo una reverencia y salió en silencio de ahí para cumplir su siguiente tarea, pero iba tan concentrado en hacer todo bien, que no escuchó el "no te vayas" de su amo, ni tampoco el suspiro de resignación de éste cuando no le vio volver.
A esas horas todo estaba en silencio. Había guardias, tanto hombres como mujeres, que caminaban frente a algunas puertas y sonreían al ver a aquella joya de esclavo pasar frente a ellos. Deseaban tocarlo, deseaban hacerlo suyo, deseaban hacerlo llorar de placer para que viera lo que era realmente bueno, pero no era aquel su trabajo y tampoco querían perder el que tenían, demasiado bien pagado como para cometer tal estupidez.
Philip llegó hasta la cocina del segundo piso, tomando una bandeja y poniendo en ella el jarro de agua limpia, caminando de rodillas al refrigerador y sacando un par de manzanas, plátanos y naranjas, los que lavó, peló y cortó cuidadosamente, poniéndolos en un plato sobre la misma bandeja. Abrió un cajón, sacando de allí un sobre de analgésicos y otro de aspirinas, llevando todo esto al cuarto que su amo le había ordenado.
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- Oye... oye, Lisi ¿Estás despierta? - Le dijo Nahra, empujándola con un hombro en el suyo.
- ¡Tsk! La preguntita. Ahora sí, baka.
- No es necesario que me insultes - le respondió la morena con un puchero fingido en los labios, como si Lisi pudiera verla en aquella oscuridad. - ¿Qué vamos a hacer? Me duelen estas cuerdas, diablos, están muy apretadas. Tendremos que resignarnos... no, no puedo resignarme así, sin más. ¡Aaahhh! ¡Coño! Me voy a volver loca de tanto pens...
- Tú me vas a volver loca, me duele la cabeza, no grites, si me vas a preguntar algo, no te respondas sola, y si, las cuerdas me están apretando los tobillos, se me van a dormir los pies. ¿Puedes dejar de decir coño? por último di polla, o me volverás lesbiana... y no digas tantas cosas de golpe, que me confundes y no sé si te respondí todo.
- No me interrumpas, pero acabas de decir mil cosas de golpe y me has enredado, ahora te comprendo. No grito más. Y bien, si quieres digo polla, pero aquí no hay ninguna, qué más quisiera.
- ¡Eres una guarra! - gritó Lisi, un poco olvidando su situación con esa conversación sin sentido, pero frunciendo el ceño al sentir una punzada de dolor que le atravesaba de cien a cien.
En aquel momento la puerta se abrió, dejando pasar a un joven completamente desnudo, cuyo miembro estaba algo despierto, y llevando una bandeja llena de cosas. Estiró un brazo junto a la puerta hasta el interruptor de la luz y reguló la intensidad para que quedase lo más suave posible.
Ambas chicas, que se había quedado mudas al abrirse la puerta, lo miraban sorprendidas y tan rojas como un par de tomates. Al notar que el chico se volteaba ante ellas, miraron hacia otros lados, percatándose tarde que no habían ni intentado el ocultar sus partes privadas de los ojos de aquel nuevo visitante.
Se sorprendieron un poco más al percatarse de que aquel chico de cabellos rizados y negros estaba tan sumido en sus labores, que no les prestaba atención a las cuerdas y nudos que adornaban con fiereza el cuerpo de aquellas mujeres en la cama.
Philip les sirvió agua en vasos, sacó analgésicos y aspirinas de sus sobres y se encaramó a la cama ante Nahra, poniéndole las pastillas contra los labios con suavidad.
La morena no sabía qué hacer ¿Las estaría envenenando? Pero si fuera ese el caso, Kei no se hubiera tomado tantas molestias, con llevarles aquel café envenenado al parque, sería suficiente.
Volteó la cara a otro lado en un gesto casi grosero, pero al notar de reojo que el chico seguía en la misma posición, ofreciéndole las pastillas y el vaso con agua, resopló y lo miró de frente, encarándole, casi retándole que le mirase a los ojos, pero el chico no levantó la cabeza.
- Mírame, putito, ¿Qué... polla crees que estás haciendo? - Se percató tarde de que aquello no había sonado nada de bien, pero había pretendido reemplazar el coño por polla como Lisi le había dicho.
- Naaaahraaaaa - le susurró Lisi a modo de regaño, pero fallando al reir un poco.
Philip se esperaba una reacción así, pero... ¿polla? A duras penas pudo ocultar una sonrisa, olvidando el insulto que le había regalado al comenzar su queja, la morena.
- Solo son aspirinas y analgésicos, puedo tomarlos por ti si quieres y luego te tomas los que quedan, pero tu amiga también tiene jaqueca y no he traído más.
- ¿Por qué estás desnudo? Diablos... puedo vértela ¿No te da vergüenza? ¿Y qué tal si es veneno? ¿Cómo voy a saber que no son pastillas para dormir y luego nos violarás y quizá qué guarradas querrás hacernos y...
Nahra fue interrumpida por el chico en aquella atropellada "entrevista" por la voz baja y profunda de aquel chico. Por el acento, pudo deducir que era español.
- Estoy desnudo porque así lo desea mi amo. Sé que podéis verla, pero no tengo permitido sentir vergüenza, o me castigarán. No es veneno, o no les habrían traído hasta aquí ni se hubieran tomado las molestias de atarles así, ni de mandarme con la fruta que está en el plato. Tampoco puedo violarte si mi amo no lo desea.
- ¡¿Si tu amo no lo desea?! - preguntó Nahra escandalizada, y apretando los párpados con fuerza, intentando soportar el dolor que le torturaba la cabeza.
- Yo te creo - Le dijo Lisi, bastante seria. - Te creo, por favor, tenemos hambre, estamos confundidas y por culpa de tu amo, tenemos un dolor de cabeza que nos está matando. - luego miró a su amiga - Vamos, Nahra, tan solo toma eso y deja el interrogatorio para después, que no lo soporto más.
- Está bien... pero oye, mírame cuando te hable.
- No debo mirar a los ojos a nadie sin que mi amo me lo ordene.
- ¡Basta con tu amo! Él no está aquí. ¿Cómo te llamas? Oh, cierto, dame esas pastillas. - Dijo Nahra, recordando el pedido de Lisi antes de seguir.
- Mi amo es tu amo también... está bien - el chico levantó por fin la mirada, dejando ver sus ojos verde claro - Philip - Le dijo luego, mientras levantaba el vaso en los labios de la morena para darle de beber.
Nahra bebió toda el agua con una sed impresionante, mirándole a los ojos e intentando descifrar algo de ellos, pero eran casi impenetrables. Tan solo podía ver gentileza en ellos, nada de fuego, nada de vida, gentileza y sumisión.
Philip hizo el mismo procedimiento con Lisi, luego se bajó de la cama, tomando el plato con frutas cortadas y sirviéndoles a ambas en sus bocas, alternadamente.
Comieron en silencio, aún no podían asimilar el cómo en aquel país tan avanzado, existiera aún la esclavitud, de seguro era ilegal, la policía las estaría buscando y las encontrarían dentro de poco.
- No os hagáis ilusiones, no va a venir la policía, ni detectives, ni nadie a buscaros. Si están aquí es por una buena razón... y porque nadie os espera allí, en la calle.
- ¿Qué es lo que hacen aquí realmente? No tenemos nada que pueda servirles, ¿nos sacarán dinero prostituyéndonos? - Preguntó curiosa, Lisi.
- Esto es una mansión, casi una fortaleza, nadie nunca ha podido escapar. Ellos investigan a los extranjeros, desde los miembros de su familia hasta el color preferido de cada cual, según eso, deciden si dejarles en paz o recluirlos. Quien ingresa aquí, por lo general tiene un espíritu rebelde. Aquella persona no es capaz de llevar armoniosamente las cosas de la mente con las del corazón, se vuelca a lo material y se pierde en ello.
- Pero Philip, las sociedades de cada país... son todas iguales, no pueden pretender que con unos cuantos vayan a cambiar el mundo.
- No solo son los esclavos como nosotros quienes cambian, también lo hacen sus amos.
- ¿Quién es tu amo, Philip?
- Mi amo es el señorito Kei - respondió mirando a Lisi con aquellos ojos imperturbables.
- ¡Ese desgraciado!
- Nahra, cállate la boca si no vas a decir algo bueno - Le reprendió Lisi - ¿Desde hace mucho tiempo? Queremos salir de aquí, ¿de verdad no hay manera que obedeciendo?
- ¿Qué métodos utilizan? - preguntó Nahra, enredando un poco al chico frente a ellas.
- Pues... creo que llevo dos meses solamente, hay gente que lleva más de un año, pero no han podido ser domados. No, no hay otra manera de salir, este sitio está dirigido por personas muy poderosas, en el hipotético caso de que salierais, la policía os cogería y traería de vuelta. Métodos.
El chico tomó aire un poco, le costaba hablar de estas cosas aún, más a aquellas chicas que parecían querer averiguar todo de una vez, pero comprendía, él también se había sentido así cuando Kei, como esclavo, llegó desnudo a servirle a su llegada.
- Métodos... utilizan métodos mentales y corporales, pero todo depende de la persona a quien necesiten educar y a quien vaya a ser enviado el esclavo.
- ¿Mentales? - preguntó Lisi, al tiempo que Nahra preguntaba:
- ¿Corporales?
- Mentales, si, cuando el esclavo no se comporta de forma adecuada, pueden castigarte con la indiferencia, eso para alguien que haya sentido alguna vez verdadero respeto por su amo, es un castigo horrendo, si bien no os daréis cuenta hasta dentro de unos días de aquello, quizá después de experimentado, desearéis no haberlo sentido jamás. El amo es el único que realmente se va a preocupar de tu bienestar, de que comas, que no pases frío, que descanses como corresponde. Cualquier otro te mirará solo como un juguete, pero que tu amo te ignore, es...
- Ya, entiendo, digamos que... terminas enamorándote de tu amo, ¿no? - dudó un poco, Lisi
- No, es respeto, admiración ante el poder que él ejerce sobre ti, no amor. El amor no viene así, también lo comprenderás con el tiempo. La gente dice te amo tan vanamente a quien se le pase por delante sin pensar en el verdadero sentido de la palabra.
Philip se quedó mudo de pronto, muchas cosas le daban vueltas en la cabeza ahora, para comenzar, que ahora tenía dos compañeras, ya no sería el único para su amo. Y ahora... se mordió el labio inferior, pensando en sus propias palabras y olvidándose de sus nuevas partners.
- Entonces han de ser clases de ética pero con estilo guarro - dijo Nahra, para romper el silencio
- Podrías llamarle así, tómalo como una experiencia nueva en tu vida, verás que no resulta tan malo al final. Tengo que irme ahora, mi amo ha de estar por salir de su baño y me regañará.
- Philip, ¿nunca llamas a Kei por su nombre?
- No, a menos que sea él quien me lo pida. Que tengan buenas noches y descansen, mañana quizá sea duro para vosotras, pero estaré ahí también, solo deben hacer lo que les digan.
- Buenas noches, Philip - Le dijeron ambas.
El chico tomó la bandeja y apagó la luz, para dirigirse a la cocina y de vuelta al cuarto de su amo. Se había tardado más de lo que esperaba. Encima se sentía confuso y algo de miedo de que Kei pudiera liberarlo.
Había estado deseando su libertad desde ingresar allí hace dos meses, si, el ser libre de Kei, de aquellos que le tocaban y manejaban a voluntad. Y el que aún siendo él hombre, no podía sacar de su cabeza la gentileza y educación de su amo, sus ojos dorados llenos de fuego, sus órdenes precisas, inclusive sus torturas... todo aquello le sacaba de sus casillas.
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Creí que les iba a traer dos Vuelos, de hecho lo tenía así, pero preferí juntarlos, como ya ven, el capítulo éste se hizo algo más largo que los demás n_n
Espero que sigáis leyendo... advertencia para el futuro: el siguiente capítulo contendrá yaoi entre Philip y Kei, los chicos que no lo soporten, pueden saltárselo peeeeeeeeroooo.... también traerá piezas claves en la historia... muahahaha!! xDDDD soy cruel, lo sé xDD
Bien... si están leyendo esto, es porque se leyeron la tercera publicación, no? pues ahora.. COMENTE!! xDDD ya sabe, los comentarios son mi sustento y a la vez mi impulso... tengo un mes para terminar esta historia, luego de eso estaré trabajando y no tendré cabeza para nada más, por lo que haré lo posible por intentar publicar a diario, ne? pero para eso, necesito de sus comentarios que me alimenten :3~
dejo besos, agarrones, abrazos, todo eso como incentivo xD