jueves, 3 de diciembre de 2009

Sentí que ya no me quedaba más que hacer... simplemente ya no quise pensar más en aquello, bajé los brazos y me marché, figuradamente hablando.



Creí que no podría olvidar, que siendo aquella persona la que definitivamente me hiciera darme cuenta de que mis sentimientos eran en verdad más que un capricho o una confusión hormonal, de que sentía algo por ella, no le sacaría de mi mente por un buen rato.


Afortunadamente no fue así, conocí a alguien a quien suelo llamar mi Ángel. 


¿Cómo poder explicar lo que esta personita causa en mi? Tan sólo el verle sonreír me provoca alucinaciones; ver el brillo en sus ojos negros cuando me habla de nuestra pasión en común; sentir que me pierdo entre las horas cuando trabajamos juntas...

Le recomendé Loveless (una serie shōnen-ai) y le expliqué de qué iba, ya que por lo que habíamos conversado antes, ella no estaba muy familiarizada con "ese género". Sin embargo, pese a que intenté evitarlo, llegamos a tocar el tema del yuri.


No me quedó más que suspirar y oír lo que ella pensaba al respecto, ¡y terminé burlándome de mi misma y de unas amigas inexistentes! 


" - Uh... no me llama la atención el yuri, si un poco el yaoi, ya que vi Gravitation, pero el yuri.. no sé... es como raro". 


Si ella supiera que con esa frase terminó destrozándome en mil pedazos... si tan solo supiera que cada que le digo "hai" a lo que me pide, estoy entregándole una parte oculta de mi. 






No, se alejaría, no debe saberlo jamás. 





En fin... uno más de mis locos pensamientos publicados... jaa nee!