martes, 23 de junio de 2009

Violencia

¿Has sentido alguna vez las ganas de hacer daño, mucho daño?
Ganas de golpear, de insultar, de herir a todo el mundo hasta lo más profundo de su alma, decir cosas de las cuales luego sabes que te vas a arrepentir y sin embargo, lo haz hecho... a mi me ha sucedido.

¿Cómo me explico para mi misma este comportamiento tan agresivo?
Para comenzar, me sucede cuando tengo alguna cosa contenida durante mucho tiempo, me guardo una a una las pequeñas cosas que me dicen o suceden, se van acumulando (como los puntos de las tiendas xD) y llega el día de canjearlos porque van a rebasar el límite. Así suelo sentirme ahora.

Cuando no son ganas de golpear y basurear, y decir que estoy chata de todo, son ganas de llorar, lloro desconsoladamente sin que nadie pueda hacer nada, solo necesito dejarlo salir... luego de eso, La Frustración, porque sé que volverá a suceder más adelante, porque me siento atrapada día a día en la misma rutina que me llevará nuevamente a lo mismo, a las peleas, a los gritos, a los insultos y a herir a quienes me rodean... ¡pero no sé qué hacer!

Definitivamente uno siempre espera sacar cosas buenas de las situaciones y los problemas, pero cuando se vuelven un anillo sellado del que es difícil escapar... =/

Otras veces, como ahora, siento el irresistible deseo de matar, no literalmente, claro (o.o), pero sí de acabar con lo que me rodea, reiniciar y reinstalar el sistema operativo y seguir viviendo con otra clase de hardware... no sé si me explico xD

Sin embargo muchas veces asocio cada una de estas cosas que me suceden, no tanto al hecho de que soy una adolescente en proceso de adultez, sino a una abrumante pasión dentro de mi, que necesito explotar... tan sólo me queda saber de qué forma puedo explotar aquel sentimiento, aquella euforia de existir y sacarme el anillo eterno por fin.

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