Un copy past de las debidas advertencias:
Advertencias: puede no ser apto para cardíacos, contiene BDSM. Para quien no sepa ni jota de japonés, trae traducción de las frases que aparecen. Los capítulos que siguen (ya estoy trabajando en eso) pueden contener YURI y YAOI de forma explícita, si no tienes inconvenientes con esos temas... ¡comienza a leer! n_nU
Okei, demasiado copy past xD ...en los comentarios de los caps anterior me dijeron que algunos términos eran... incomprensibles... y es cierto, jodeeer! xD es que no puedo evitarlo, supongo que con cosas como "yegua" y expresiones así, no? igual y no tengo problema en explicarles cada uno, si quieren me dejan la duda por el mismo comentario y se los respondo de la misma forma... es que a veces me confundo entre las expresiones japos, españolas, mexicanas, peruanas, argentinas, venezolanas, chilenas... etc etc xD
Bien, ahora lo que sigue son dos capítulos más y la cosa se empieza a poner más hard:
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Quinto Vuelo
- Entonces vinieron solas desde Chile a buscar una nueva vida, al menos Nahra
- Ehh... si, si. Siempre fue mi sueño el venir hasta acá, dejando de lado el de tener una familia feliz y envejecer rodeada de nietos con la persona que a...maba.
- Que sorprendente que hayas decidido dejar todo aquello que también querías por venir hasta acá.
Kei, Lisi y Nahra llevaban ya un buen rato bebiendo y charlando. Quien había hablado más esta vez (producto del alcohol) había sido Lisi, practicamente contando la historia de su vida, explicando también que al igual que Nahra, ambas habían abandonado toda una vida para surgir en el país del Sol Naciente.
Kei escuchaba atentamente, sin desatenderlas en ningún momento y procurando que ambas tomen sake hasta caer rendidas. Él estaba acostumbrado a aquellas cosas, después de todo era su trabajo capturar a aquellos ingenuos viajeros que llegaban en busca del sueño de sus vidas. Y claro, ya conocía también esos problemas en la vida de ambas chicas, no es que fuesen muy discretas tampoco, dejando toda su información en aquellos perfiles de internet.
Miró su reloj, ya estaba siendo hora de llevarlas a dar una vuelta, si se pasaba del plazo, quizá ya no le pagarían la suma acordada. No había tiempo que perder, pidió un par de cafés muy cargados y se los dio a sus acompañantes, quienes se lo bebieron sin reclamar, ya que necesitaban espabilarse un poco.
- ¿Qué les parece si damos un paseo? El parque a estas horas se ve hechizante con la luz de la luna iluminandolo todo, quizá podamos ver luciérnagas allí también, van a ser las diez de la noche.
- ¿Podemos? Creí que estaría prohibido andar de noche allí - Lisi le miró algo confundida, estaba segura de que en su viaje anterior, la habían echado fuera de allí.
- Es una de las ventajas que tengo como cuidador de aquel lugar. ¿Qué dicen?
- Vamos - Dijo Nahra, poniéndose de pie y tambaleandose un poco, pero logrando mantenerse en el último segundo antes de caer sobre Lisi.
Kei le dió una mano a ambas para que estuviesen más equilibradas, pero prefirieron aferrarse a sus brazos como si estuvieran a punto de ahogarse, lo que hizo sonrojar un poco al chico y luego reírse. Realmente eran muy inocentes, hasta casi llegaba a darles pena el pensar lo que les harían una vez que las dejase en manos de ese grupo.
Dejaron el aviso a la dueña de que saldrían a pasear y que probablemente luego pasarían a algún otro sitio a divertirse. La señora Rika miró algo recelosa a aquel chico, pero no era madre de sus huéspedes y les pasó una llave para cuando volviesen, lo más probable era que fuese de madrugada y prefería no esperarlas hasta esa hora.
El parque se veía un poco tenebroso, pero encantador a su vez, la luna se reflejaba en el agua de uno de los varios estanques, iluminándolo, casi dándole luz propia. Caminaban en silencio ambas, escuchando algunos versos que Kei les recitaba. Era todo un artista, guapo, amable, un verdadero caballero, pensaban ambas.
Llegaron hasta aquel banco en que se habían conocido aquella tarde y tomaron asiento. luego de un rato en silencio los tres, Kei miró en su reloj que ya faltaban quince minutos para las once de la noche.
- En la cabina de guardias hay una máquina de café, ¿os apetece uno?
Lisi y Nahra se miraron. Claro que querían uno, lo que era más, lo necesitaban con urgencia o el efecto somnífero del acohol las dejaría K.O. allí mismo.
- Nos gustaría mucho, pero...
- Pero no podéis poneros de pie aún, ¿me equivoco? No se preocupen, vuelvo en unos minutos.
- ¡Arigato! - respondieron ambas a la vez.
- Oye Lisi, esto realmente parece un sueño, no quisiera que se acabase jamás. Kei es tan guapo, tan...
- Cuidado Nahra, no te vayas a enamorar... yo lo vi primero
Ambas se rieron con aquella ocurrencia, claro que no habían discutido nunca por un chico, menos ahora, aunque ninguna realmente había sido completamente feliz en el ámbito amoroso.
- De todas formas yo vine a renacer acá, Lisi. Y no, no voy a tocarte a Kei, pero creo que alguien te espera en Chile - no podía aguantar la risa mientras le decía aquello a su amiga, disimulando en último minuto con un carraspeo.
- Siento algo... raro. ¿Lo hueles? Es como incienso, un aroma dulce.
- Si que lo siento - Nahra tomó aire profundamente - De seguro es algun perfume de verano que nos trajo de
regalo el viento para hacer este momento más perfecto.
- Nunca habia sentido un aroma tan agradab...
Sexto Vuelo
- ¿Kei? ¡Kei!
Lisi se removió entre aquellas cuerdas que la mantenían atadas. Estaban desnudas en aquella cama y atadas con unas cuerdas blancas y numerosos nudos que tejían una red en sus cuerpos.
- No me llamo Kei, pero puedes seguir llamándome así si quieres. No puedo explicarte nada hasta que Nahra esté despierta, porque solo lo haré una vez.
- Pero... Kei, ¿por qué no nos desatas? ¡Qué nos has hecho!
- Ya te lo dije, hasta que tu amiga no esté despierta, no diré nada.
Kei caminó hasta la puerta, golpeándola dos veces y saliendo de allí, dejándoles indicación a los dos guardias que las custodiaran muy cuidadosamente, pero que no las tocasen por ningún motivo.
- Nahra por la cresta, despierta ya - Lisi la empujó un poco con el pie a ver si se levantaba. Efectivamente, la morena abrió sus ojos, y dándose cuenta del estado en el que estaban, hizo un esfuerzo por ponerse de lado, quedando sentada junto a su amiga.
- ¡Pero qué coño! ¿Bondage...?
- Coño, si, coño. Y déjate de pensar en guarradas. Kei nos mintió... ¡el hueón ni si quiera se llama Kei!
- Kei... no es Kei - se dijo a sí misma la morena, afirmándolo como para poder creérselo. - ¿Y que cresta quiere? Nos va a violar, venderá nuestros órganos, ¿nos van a prostituir?
- No des ideas y pensemos en cómo salir de esta.
Justo en ese momento Kei ingresó al cuarto, avisado por los guardias, de que ambas ya estaban despiertas y discutiendo... aunque el aviso no hubiera sido necesario, que sus gritos se escuchaban hasta el salón de aquella mansión.
- Por favor no sigan gritando, de todas formas en esta mansión nadie les escuchará. Les contaré la verdad ahora de por qué están así.
- Más te vale, maricón
Kei se rió con esto último, cambiando de un segundo a otro su gesto a uno de severa advertencia para con Nahra.
- Yo soy vuestro entrenador. Estáis aquí porque se os ha elegido para una prueba.
- Qué prueba ni qué mierda, suéltanos, degenerado. ¡Maldición!
Sin ningún preámbulo, Kei sacó un pañuelo de su bolsillo, untándolo en un vaso que estaba apoyado en el velador del lado de la cama y se lo metió en la boca a la morena, imposibilitándole el habla.
- Agua con sal, para que aprendas a quedarte callada cuando te lo indican. Mira a tu amiga, ella si que es obediente.
La verdad era que Lisi estaba en shock, no podía asimilar el cómo la forma de ser de aquel joven había cambiado de un segundo a otro. Tenía miedo, sentía frío pese al calor que hacía. Unos rayos de sol se filtraban por las blancas cortinas iluminando los rojizos cabellos de Kei quien tomaba asiento entre ellas, acariciando una pantorrilla de cada una y golpeando la de Nahra ligeramente para que parase quieta.
- Vosotras seréis entrenadas por mí a partir de ahora, aprenderéis todo acerca del arte de servir a los demás, dejaréis vuestro orgullo y vergüenza de lado y viviréis solo para obedecer, divertir y complacer a quien se os designe. Dependiendo de cómo sea el progreso de ablandamiento de sus espíritus, más rápido serán designadas a un amo para que le sirváis. El periodo de servidumbre, luego de graduadas de aquí, será de un mes. Luego de eso podéis hacer lo que queráis, siempre y cuando vuestro amo os libere. Puedes hacer preguntas, Lisi... y Nahra, te saco aquel pañuelo si prometes comportarte.
La joven le miró con odio, respirando profundamente y asintiendo con la cabeza luego. Kei le sacó el pañuelo, secando con los pulgares las lágrimas que caían calientes por su rostro, mojando sus sonrojadas mejillas morenas.
- ¿Por... qué? Esto... esto es malo, Kei, nos haces daño. - Le dijo Lisi, llorando también y apoyándose en su hombro, buscando aunque sea de aquel que las había traicionado, algo de compañía.
- Porque vuestros corazones son envidiosos, caprichosos, son ciegas a lo que hay a vuestro alrededor. Vinisteis a este país a renacer, yo les ayudaré en eso.
- ¿Mo...riremos? - Preguntó titubeando Nahra, lo cierto es que el tan solo pronunciarlo, le daba un pánico terrible. Miraba a los ojos a Kei como suplicando que parase toda aquella estupidez.
- No, no moriréis, ni si quiera sangraréis, tómenlo como un juego más en sus vidas, cuando se den cuenta, luego querréis agradececerme.
- No puedo ni considerar si quiera el que mi cabeza pueda concebir semejante idea.
- Tu cabeza, Nahra... ¿o debería decir Andrea? No, creo que Nahra es perfecto para ti. Decía que tu cabeza es demasiado dura para concebir como real, algo que no esté dentro de tu propio mundo.
- No sabes nada de mi mundo, esto no es lo que yo buscaba al venir aquí. Soy una otaku, ¿sabes? Quiero aprender las costumbres japonesas, hablar, vivir entre ellos, ¿cómo puedo querer agradecer que nos estés haciendo esto?
Kei, viendo lo sensibles que estaban en aquel momento ambas, las abrazó contra si, acariciando el cabello de Lisi y dándole unas palmaditas en el hombro a Nahra.
- Estoy siendo demasiado blando con ustedes, no debiera ser así...
- ¿A quién seremos designadas?
- Eso lo estudiaremos según vuestro progreso, Lisi. Puede que juntas, puede que separadas, el amo que les toque no necesariamente va a ser tan amable como estoy siendo yo, o quizá ni si quiera sepa en un comienzo quienes sois vosotras y cómo llegasteis a ser parte de sus propiedades.
- Entonces si seremos dañadas
- No, Nahra. Nos aseguraremos de que aquello no sea así, en caso de que alguien llegue a haceros un poco de sangre, serán retiradas de inmediato y designadas a otro amo, hasta que el plazo de un mes acabe.
El cuarto ya estaba casi a oscuras, iluminado ahora por los reflejos de los faroles del jardín. Habían pasado la noche anterior y todo el día inconscientes, pero seguían sintiéndose agotadas. Les comenzaba una jaqueca fatal, esta vez producto de tantas incoherencias de las que se estaban enterando de cómo sería su vida desde ahora.
- Con respecto a la posada, nos hemos hecho cargo de las cuentas, sus cosas fueron ya retiradas, están aquí en la mansión, no debéis preocuparos por nada más. Solo descansen, porque mañana comenzará el entrenamiento, y me temo que no será nada fácil. - Dijo poniéndose de pie.
- Me duele la cabeza - dijo Nahra en un susurro, quizá una aspirina no sería mucho pedir.
- Claro, mandaré a alguien para que os dé un paracetamol en seguida. Deben dormir solo por esta noche con esas cuerdas. Bondage, se llama, para mañana ya no os servirán, así que disfrutadlas por ahora.
- Humpf... - casi gruñó Nahra, recordando aquel pañuelo con salmuera y bajando la cabeza.
- Una última cosa, no debéis hablar con nadie el día de mañana, a menos que se os autorice, tampoco debéis levantar la cabeza por voluntad, ni mirar directamente a los ojos a quien las esté entrenando o siendo su amo en el momento.
Kei se inclinó, apoyando una rodilla en la cama y levantando por la quijada la cabeza de la morena, que seguía con la mirada hacia abajo, intentando estar calmada, pero volviendo a llorar en silencio al sentir la mirada de Kei en ella.
- Mírame, Nahra, cuando yo te lo indique, lo harás.
La chica levantó su mirada, viendo nubladamente por las lágrimas, los dorados ojos de Kei. Pese a la poca iluminación, estos parecían destellar cálidamente. Casi se echa atrás cuando Kei le besó suavemente los labios, pero él la tenía fuerte por la quijada. El chico se separó casi al instante de ella, repitiendo aquello con su amiga, quien se había rendido y entregado hace suficiente rato ya al no ver salida a aquello más que obedecer.
- Hasta mañana.
Kei salió del cuarto caminando por los pasillos de aquel lugar iluminado por velones rojos, bajando una gran escalera en espiral hasta su cuarto. Su corazón latía con fuerza, era primera vez que entrenaba a un par de chicas, hace poco él había salido de la misma situación, sabía cómo se sentían, lo entendía tan bien como entendía a su propio esclavo.
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Ains!! sé que es poquito, pero por favor, por favor comeeenteeen! o no subo lo que estoy escribiendo ahorita... muahaha!!!
No es cierto, lo voy a subir igual, pero quizá no le ponga ya tantas ganas si no comentan y quizá quede algo insípido u_u
Tengo conciencia de que puede tener faltas ortográficas, he intentado que sean lo menos posible, pero anoche estaba algo dormida cuando los escribí y ps eso :3~
EDITADO: corregí algunas faltas ortográficas n_n
2 comentarios:
Nahra-Chan!!!!! esta genial!!! *o* ya me pregunto q pasara o////o no haz pensado en escribir y publicar un libro? lo digo porque la forma en la que narras atrapa y hace leer hasta el final y si sacas un libro yo lo compraria asi me toque comprarlo por internet y traerlo de Chile a Colombia xD! sigue escribiendo que esta interesante y voy a leer todo n.n
¡Cool Devices!
Y empezamos la parte interesante de la historia... La verdad no me esperaba que saltáramos tan pronto, pero ahí vamos y otra vez me lo he leído todo de una sentada.
¿Hay alguna referencia *completa* sobre la apariencia de los personajes? ¿Esta historia es Creative Commons? ¿Admite obreas derivadas? Es que dan ganas de dibujar...
Felicitaciones, sigue así.
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